Los humanos no tenemos derecho a poner en peligro ninguna forma de vida en el planeta. Sin embargo, además de las obvias razones éticas existen poderosas consideraciones prácticas por las cuales debemos proteger a las especies de animales en peligro de extinción. Las plantas y animales tienen importancia y contribuyen a la vida humana en aspectos como la medicina, ecología, comercio, estético, recreacional.  

Las especies en peligro deben ser protegidas y salvadas de modo que las futuras generaciones puedan experimentar su presencia y valor.



La diversidad biológica es un recurso invaluable e irremplazable. La calidad de vida de los humanos depende de la preservación de las especies animales y vegetales alrededor del mundo.